No es pared pero ahí está separándo todo en dos Dividiendo un infinito que obliga a beber la intención, esa poción de rosa, geranio y jazmín. Alto al paso de los segundos, Que no vire su cabeza a la a la que anda así no pierde noción de su si y de su no. Sublime vértigo. Sus ojos caen de sus cuencas a sus manos, ofrenda diaria. Sabe, si sabe, todo se sabe. AP